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La Cirugía Plástica EnBolivia


Cirugía Plástica en Bolivia

 

¿A quién no le ha pasado por la calle encontrarse con una bella mujer y luego darse la vuelta para admirar también la retaguardia? Los hombres lo hacen a menudo y las mujeres lo saben bien, por lo que cada vez es más fuerte el deseo de tener una espalda más redonda y pronunciada, especialmente en aquellas mujeres con un cuerpo más andrógino, en las que la redondez se concentra de cintura para arriba.

 

Para recalcar la importancia de tener un lindo trasero, ciertamente contribuyó la “ola latina”, es decir, un grupo de mujeres de América del Sur que invadió el mundo del cine y el espectáculo. Estas damas hacen de él su punto fuerte, lo exhiben casi con descaro, al margen de los estándares europeos, que, hasta hoy, consideraban ciertas formas un poco vulgares, pero notaron el gran interés que despertaba en la población masculina.

 

En países comoBolivia, las intervenciones de voluminización de glúteos se encuentran entre las más realizadas, e incluso Europa hoy parece seguir esta tendencia. Pero, ¿cómo puedes tener una cara B más redonda? Seguramente los mejores resultados se obtienen con el lipofilling, que consiste en tomar la grasa de las zonas del cuerpo donde ciertamente es menos deseable, como los muslos y el abdomen, y luego reinsertarla en la zona de los glúteos, modificando significativamente la silueta y haciéndola más femenino y atractivo para caballeros hombres.

 

Es una cirugía cuyos resultados son nada menos que extraordinarios, pero obviamente no todas las mujeres pueden someterse a ella, de hecho, el factor discriminante fundamental es la importante presencia de grasa en las zonas donantes.

 

Muchas veces esta cirugía va de la mano con la liposucción solicitada por los pacientes, una verdadera lipoescultura que transforma radicalmente la apariencia, otorgando a quienes se someten a este tipo de remodelaciones corporales el ansiado aspecto de reloj de arena.

 

CIRUGÍA PLÁSTICA PARA UNA FORMA FÍSICA PERFECTA EN BOLIVIA

 

Un viejo dicho popular dice: “el mundo es bello porque es variado”, pues esto también se puede aplicar al universo femenino y sus tipos de conformación física. En el lenguaje común, de hecho, a menudo oímos hablar de una mujer manzana, una mujer pera, un reloj de arena, un ánfora, un triángulo invertido, etc.

 

Este tipo de clasificación, lejos de ser científica, es de impacto inmediato e inmediatamente recuerda el tipo de conformación de la figura femenina dada la asociación con objetos o cosas que todos conocen bien. En medicina, sin embargo, oímos hablar de la forma ANDROIDE Y GINOIDE. Estas diferencias se vuelven particularmente marcadas en presencia de una cantidad importante de grasa corporal que, según el tipo, tenderá a acumular grasa en áreas específicas del cuerpo.

 

El tipo androide (manzana), de hecho, tiene adiposidad localizada en la parte superior del cuerpo, por lo tanto, la cintura, el abdomen, los hombros y la zona proximal de los brazos. Generalmente tienen abundantes pechos y las piernas son más bien delgadas en relación al tronco. La cara es redonda y con una marcada papada.

 

El tipo ginoideo (pera), a diferencia del androide, tiende a acumular grasa en la parte inferior del cuerpo, de hecho, presenta importantes acumulaciones adiposas en el vientre, caderas, glúteos, muslos y hasta los tobillos. Generalmente, la parte superior del busto es similar a la de una persona de peso normal, con senos pequeños y una cara no especialmente redonda.

 

Remediar ciertos acúmulos adiposos, tan específicamente localizados, a través de la dieta y la actividad física, es especialmente difícil, ya que existe un riesgo muy elevado de que las zonas que ya están suficientemente magras pierdan peso, quedando las zonas que necesitaban adelgazar completamente inalteradas.

 

Estos problemas hacen que las diferencias entre las partes inferior y superior del cuerpo sean aún más evidentes y discordantes. Seguramente el aspecto genético y, no menos importante, el componente estrogénico, juegan papeles fundamentales, pero sobre los que, por desgracia, es imposible intervenir, por lo que, cada vez con más frecuencia, el último recurso es la medicina ycirugía cosmética.

 

MESOTERAPIA LIPOLÍTICA EN BOLIVIA

 

La mesoterapia lipolítica se practica con sustancias que actúan directamente sobre los adipocitos o células grasas. El término "meso" deriva del griego y significa literalmente "entre", de hecho, indica una vía de administración, que se realiza específicamente por vía intradérmica. Con la ayuda de pequeñas agujas, el medicamento se inyecta en el espesor de la dermis, creando una pequeña protuberancia, que se absorberá lentamente a través de la vascularización de la dermis.

 

El uso de este método es particularmente eficaz en el tratamiento de la adiposidad localizada, refractaria a los tratamientos dietéticos y otros métodos, así como sobre los acúmulos tóxicos que provocan la inflamación del tejido adiposo y que posteriormente provocan efectos antiestéticos, como en el caso de celulitis . Someterse a una sesión de mesoterapia con fármacos lipolíticos no supone mayores molestias y, en relación con la amplitud de la zona a tratar, puede tener una duración variable, generalmente unos 20 minutos.

 

La piel en el área tratada tenderá a enrojecerse en los minutos posteriores a la administración y luego volverá a su pigmentación natural después de aproximadamente una hora. A menudo, este tratamiento se combina con una sesión de carboxiterapia, lo que garantiza un efecto sinérgico muy eficaz.

 

Las zonas que suelen tratarse son el culotte Chevelle en Bolivia, el bajo vientre, los glúteos, la zona por encima de las rodillas y aquellas sujetas a depósitos grasos. No existen contraindicaciones particulares para la mesoterapia en personas sanas.

 

Por otro lado, no se recomienda para personas que padecen ciertas enfermedades de la sangre, como la leucemia, para personas que padecen diabetes, VIH y enfermedades del corazón. Personas de ambos sexos pueden someterse a sesiones de mesoterapia lipolítica, aunque más mujeres lo solicitan.

 

Los resultados apreciables se obtienen tras unas 6/8 sesiones, normalmente semanales, pero quedará a criterio del médico estético cuantas realizar, y con qué otros tratamientos combinarlas.